Las fábricas de software: mitos y realidades

Entrada escrita por Juan José Cabezuelo, Responsable Oficina de Conocimiento Informática Industrial del Grupo Intermark. (jjcabezuelo@grupointermark.com)http://www.grupointermark.com/


No hay mejor forma de transmitir una idea a alguien que rompiendo inicialmente las barreras preconcebidas que éste pueda tener. Eso es lo que voy a intentar hacer en esta entrada: allanar el terreno para sembrar más tarde.

Sobre las factorías de software existen unos cuantos mitos, que se encuentran seguramente muy lejos de la realidad:
  • La imagen del "informático" en la empresa suele ser la de aquel hombre raro que lleva la camiseta negra con un pingüino y al que se llama indistintamente para cambiar el tóner de la impresora, para que arregle el mail cuando no funciona, para que nos recomiende un buen ordenador para los niños en Navidad y, por supuesto, para que termine de una vez las mejoras en el programa de gestión de la empresa. Esto, asociado a la palabra "factoría", nos hace pensar necesariamente en mano de obra poco cualificada. La realidad, por el contrario, es que las factorías de software cuentan con trabajadores con altos niveles de formación, que conocen en profundidad las nuevas tecnologías y que están obligados a actualizar permanentemente sus conocimientos sobre ellas debido a la alta velocidad de evolución de las mismas. Están acostumbrados a trabajar en un entorno gestionado por procesos y basado en metodologías de desarrollo bien definidas.
  • Una factoría de software está muy lejos de ser un batallón de informáticos preparados para absorber y desarrollar todo lo que les llegue en cualquier momento y siempre para el día siguiente (o antes si es posible). La planificación en el desarrollo de software, al igual que en cualquier otro proceso productivo, es una actividad fundamental, supervisada muy de cerca y que busca la satisfacción del cliente en plazos y calidad.
  • ¿Centros masificados en la India en condiciones precarias? Yo diría más bien centros de producción organizados con prácticas profesionales, localizados en instalaciones modernas, dotadas de excelentes infraestructuras tecnológicas y con una situación geográfica ideal en la que se valora sobre todo el idioma, la estabilidad y la afinidad cultural con los clientes a los que presta servicios.Frente al miedo de un cliente a no saber lo que está pasando con el proyecto, las factorías de software cuentan con herramientas colaborativas de gestión de proyectos e interlocutores directos. La transparencia queda plasmada en el uso de metodologías estándar ampliamente difundidas y, por tanto, fácilmente entendibles, y en una gestión por procesos de calidad contrastada.
  • Cada persona es un mundo y cada proyecto un universo. Por eso las factorías permiten aportar flexibilidad en cuanto al tamaño y tipología de cliente, a las tecnologías utilizadas, a la dimensión del proyecto y a la distribución de cargas de trabajo en cada momento.
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Y ahora, ¿a sembrar?.

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