Lean Six Sigma


Como hemos discutido en entradas anteriores, las técnicas Lean Manufacturing tienen como objetivo último la reducción de lo que no aporta valor en los procesos de producción (muda). Estas técnicas suelen involucrar a todo el personal en su implementación, se basan en muchos casos en la utilización de grupos de mejora y se nutren en gran medida de la creatividad y del sentido común. Por el contrario, las técnicas basadas en Six Sigma (en concreto, en DMAIC, que es el enfoque incremental para la mejora continua) persiguen reducir la variabilidad de los procesos de producción, suelen involucrar sólo a un grupo de personas, y estas personas tienen que recibir formación muy específica en Six Sigma y en todas las herramientas estadísticas asociadas.

En principio, combinar en un proceso de mejora herramientas y metodologías de estos "dos mundos" que parecen tan dispares, no parece tarea sencilla. Pero, si lo pensamos bien, es más fácil reducir la variabilidad de lotes pequeños (muy asociados a las técnicas Lean), y es más fácil eliminar lo que no aporta valor en procesos de poca variabilidad (controlados). Por eso es tan interesante combinar las dos metodologías. 

Además, hay que tener en cuenta que las técnicas Six Sigma ayudan a reducir costes al productor mediante el control de sus procesos y la reducción de producción defectuosa. Pero no se preocupa de aportar valor al cliente. Por el contrario, Lean aporta valor al cliente minimizando todo aquello que es innecesario, pero no se preocupa por la variabilidad de los procesos ya que se estima que los defectos de producción son sólo 1/8 de las fuentes de muda en la producción.

Lean Six Sigma intenta aportar valor al cliente ayudando al productor a controlar sus procesos y a reducir sus costes, por lo que podría ser la solución perfecta en muchas plantas. Sin embargo esta metodología todavía está muy poco extendida, especialmente en España. En los proyectos que se están llevando a cabo, se utiliza la metodología DMAIC típica de Six Sigma pero contando en todo momento con los objetivos y las herramientas propios de Lean.


Muchos de estos proyectos no están teniendo todo el éxito esperado por falta de formación para el personal, falta de comunicación, liderazgo y una correcta gestión del cambio y sobre todo, por una mala definición del alcance del proyecto de mejora. Pero esperemos que estas barreras se vayan superando con el tiempo para poder obtener los beneficios esperados con esta herramienta tan potente.